Objetivos estratégicos y
objetivos generales:
1.3.1. Mantenimiento y
fortalecimiento del actual régimen fiscal Petrolero. Que contempló muchos
cambios positivos a lo existente en 1998, se observa en el siguiente cuadro:
1.3.2. Mantener y fortalecer
mecanismos eficaces de captación de la renta excedentaria, por incrementos
extraordinarios y exorbitantes de los precios internacionales de los
hidrocarburos.
1.3.3. Establecer y desarrollar
un régimen fiscal minero, así como mecanismos de captación eficientes para la
recaudación de la renta por la actividad minera.
1.3.3.1. Regularizar y controlar
la producción de minerales estratégicos.
1.3.3.2. Fortalecer el régimen de
recaudación y fiscalización.
1.3.3.3. Reordenar y establecer
las tasas de regalía aplicables a la liquidación de los distintos minerales.
1.3.3.4. Revisar y regularizar
los convenios de regalía específicos para cada uno de los minerales
estratégicos.
1.3.4. Establecer mecanismos de
control sobre la comercialización de los minerales estratégicos.
1.3.4.1 Crear entes estatales
para la comercialización de los minerales estratégicos.
1.3.4.2 Establecer mecanismos
transparentes para la valorización de los minerales estratégicos.
1.3.5. Fortalecimiento y
profundización de acuerdos financieros con socios estratégicos.
1.3.5.1. Mantener y ampliar el
Fondo Conjunto Chino – Venezolano. El Fondo Conjunto Chino – Venezolano, ha
resultado en un extraordinario mecanismo de financiamiento para el Estado
venezolano, ya que es una estructura de cooperación bilateral, suscrita entre
los gobiernos de la República Bolivariana de Venezuela y la República Popular
China, mediante el cual se reciben importantes recursos financieros, que luego
son cancelados a través del suministro de crudos y productos.
Esta herramienta le ha servido al
país para afianzar una nueva geopolítica, basada en la diversificación de
mercados. A su vez, este mecanismo permite la asignación de recursos dirigidos
directamente al desarrollo del país, para la ejecución de obras de
infraestructura de interés nacional, el impulso de la pequeña y mediana
industria, y para el fortalecimiento de las cadenas de producción y la
infraestructura de apoyo para el crecimiento económico.
Este Fondo Conjunto se ha
estructurado financieramente con condiciones altamente beneficiosas para el
país, en comparación con la realidad de los mercados financieros
internacionales, maximizando el uso del recurso energético y logrando el
equilibrio de los costos financieros.
Al cierre del año 2011, la
República ha recibido un total de 32.000 MM$, a través de este mecanismo, con
los que se han desarrollado y desarrollan:
Proyectos de infraestructura,
tales como trenes, autopistas, puertos marítimos y redes de telecomunicación;
Proyectos de desarrollo social,
tales como viviendas, hospitales y centros de atención médica;
Proyectos de desarrollo
energético, tales como refinerías, plantas de procesamiento de gas natural,
líneas de tuberías para petróleo y gas natural, plantas de procesamiento de gas
licuado, proyectos de extracción, transporte y comercialización de carbón;
Proyectos de transporte de crudo
y productos secundarios y de construcción de tanques;
Proyectos de integración
industrial, tales como construcción de buques comerciales, empresas
relacionadas con gas natural, fabricación de fertilizantes, manufactura de
productos químicos;
Proyectos para la industria del
automóvil;
Proyectos agroindustriales,
empresas para ensamblaje de productos de alta tecnología, empresas proveedoras
de servicios para la industria petrolera, manufactura de acero y aluminio y
compañías mineras.
Esta política del Gobierno
Bolivariano, ha permitido independizarnos de organismos financieros
multilaterales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial
(BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Con esta iniciativa, se ha
recuperado la autonomía económica, la flexibilidad en las negociaciones y la
soberanía nacional para poder concretar alianzas con otras fuentes no tradicionales
de financiamiento
1.3.5.2. Promover la creación de
mecanismos de financiamiento, similares al Fondo Conjunto Chino-Venezolano.
1.3.5.3. Promover la constitución
de fideicomisos para el financiamiento de proyectos de infraestructura.
1.3.6. Mantener y consolidar los
convenios de cooperación y complementariedad con países aliados.
1.3.6.1. Fortalecer y ampliar los
Convenios de Cooperación Energética (CCE).
Los CCE surgen como una propuesta
del Gobierno Bolivariano para materializar la unión energética de los pueblos,
como un habilitador geopolítico que permita utilizar los recursos energéticos
para motorizar el establecimiento de relaciones más justas, solidarias y
eficientes en la lucha contra la pobreza, reduciendo las asimetrías económicas
y sociales.
Los CCE acogen los principios de
integración energética, solidaridad, complementariedad, comercio justo, fomento
de las inversiones en América latina, trato especial y diferenciado a las
naciones según sus capacidades.
Estas iniciativas comparten el propósito
histórico y fundamental de unir las capacidades y fortalezas de los países que
lo integran, para la definición conjunta de grandes líneas de acción política
común entre Estados que comparten una misma visión del ejercicio de la
soberanía, desarrollando cada uno su propia identidad.
Entre los principales acuerdos
energéticos, se encuentran: Argentina, Uruguay, Nicaragua y Cuba, los cuales
han servido para recibir como mecanismo de pago de la factura petrolera, bienes
y servicios necesarios para el desarrollo social integral del país., tales
como: productos agrícolas, máquinas, plantas eléctricas, servicios de salud,
equipos médicos y otros.
1.3.6.2. Fortalecimiento de
acuerdos en el marco de PetroCaribe.
El acuerdo de cooperación
energética PetroCaribe, fue suscrito con 14 naciones de la región del Caribe
con la finalidad de resolver las asimetrías en los accesos a los recursos
energéticos por la vía de un nuevo esquema de intercambio comercial favorable,
equitativo y justo entre los países de la región caribeña.
PetroCaribe está concebido como
una alianza capaz de asegurar la coordinación y articulación de las políticas
de energía, cooperación tecnológica, capacitación, desarrollo de
infraestructura energética, así como el aprovechamiento de fuentes alternas. Su
objetivo fundamental es contribuir a la seguridad energética, al desarrollo
socioeconómico y a la integración de los países del Caribe y Centroamérica,
mediante el empleo soberano de los recursos energéticos.
Al cierre del año 2011 este
importante mecanismo de integración y cooperación cuenta con 18 naciones
signatarias.
1.3.6.3. Fortalecimiento de la
ALBA.
1.3.7 .Diseñar y establecer
mecanismos novedosos y efectivos, orientados a promover la participación
popular en la renta petrolera, mediante la inversión y el ahorro.
1.3.7.1. Fortalecer y ampliar los
novedosos mecanismos de ahorro para la población venezolana, tales como el
Fondo de Ahorro Nacional de la Clase Obrera y el Fondo de Ahorro Popular.
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